El objetivo principal de la ingesta de alimentos es darle al organismo la energía que necesita para sobrevivir y funcionar.
La digestión es el proceso gastrointestinal de descomposición de la comida y absorción de sus constituyentes por el organismo. La siguiente imagen nos presenta los distintos órganos que conforman al sistema digestivo, y también explica las etapas de la digestión, qué es lo que pasa en cada una de ellas.
BALANCE ENERGÉTICO
Las funciones vitales del organismo requieren energía. La energía que el organismo utiliza proviene de tres fuentes: glucosa, proteínas y grasas. La capacidad de almacenar los azúcares en forma de glucógeno, igual que la de proteínas es limitada. Solo los depósitos de grasa se pueden expandir con facilidad para almacenar cantidades superiores a las que se necesitan. Los alimentos que no se consumen como energía, se almacenan y es por eso que la grasa es la principal fuente de almacén. El balance energético de un individuo depende de su ingesta.
QUÉ, CUÁNDO Y CUÁNTO COMEMOS
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El popplet anterior presenta las razones, o más bien factores, que son los que hacen que comamos, cuánto comamos, y cuándo.
FASES DE LA DIGESTIÓN
El esquema anterior nos presenta las tres fases del metabolismo (cefálica, de absorción, y de ayuno), explicando los principales sucesos que se asocian con ellas.
El flujo energético durante las tres fases del metabolismo de la energía está regulado por dos hormonas pancreáticas: la insulina y el glucagón. Durante las fases cefálica y de absorción, el páncreas libera una cantidad grande de insulina al torrente circulatorio, pero muy poca cantidad de glucagón. Entonces, la insulina tiene tres funciones: estimula la utilización de la glucosa como principal fuente de energía por parte del organismo, estimula la conversión de los carburantes de transmisión hermética en formas que pueden almacenarse la glucosa en glucógeno y grasa, y los aminoácidos en proteínas, y estimula el almacenamiento de glucógeno en el hígado y los músculos.
A diferencia de estas dos fases, la de ayuno se caracteriza por un nivel sanguíneo alto de glucagón y bajo de insulina. Sin que haya un nivel elevado de insulina, la glucosa tiene dificultades para entrar en la mayoría de las células del organismo, por eso deja de ser el principal carburante de esté. De hecho, esto reserva la glucosa del organismo para el encéfalo, ya que no se requiere insulina para que la glucosa entre en la mayor parte de las células cerebrales. Los niveles bajos de insulina también favorecen la conversión del glucógeno y de las proteínas en glucosa
REGULACIÓN DEL PESO CORPORAL
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La información que se presenta en la infografía anterior contiene los fundamentos más importantes sobre la regulación de peso, específicamente sobre los puntos de ajuste y los de equilibrio.
REGULACIÓN NEURO ENDOCRINA
En la última década se ha descubierto valiosa información relacionada con los mecanismos utilizados en la regulación del hambre, apetito, saciedad y balance energético. Se ha atribuido la presencia de un sistema neuroendocrino regulizador del hambre y saciedad, el cual está constituido por una compleja red de circuitos neuro hormonales, que contiene señales moleculares de ascendencia periférica y central, que pueden ser de corta y de larga duración.
Los mecanismos que regularizan la homeostasis y el balance energético en los organismos superiores incluyen señales moleculares centrales y periféricas, iguales como hormonas gastrointestinales, citocinas, intermediarios metabólicos y nutrimentos. Las múltiples señales que componen el sistema de regulación neuroendocrina de la alimentación se han agrupado con base a criterios tales como el sitio donde se originan, ya sea en el SNC, o en órganos y tejidos periféricos.
El sistema disminuye la sensación de alteraciones de la absorción y el gasto energético sobre la grasa y el peso corporal. Las señales de corta durabilidad, la mayoría hormonas del tracto gastrointestinal, regulan la cantidad de alimento consumido en cada tiempo de alimentación. Las señales de larga duración evidencian el tamaño de la reserva grasa.
MECANISMOS QUE REGULAN LA INGESTA DE ALIMENTOS
Los mecanismos que regulan la ingesta de alimentos están altamente regulados. Independientemente de que existen factores que no son biológicamente regulados (emociones, entorno social, hora del día, etc.), y que la cantidad de energía ingerida es variable y no está directamente relacionada con la energía consumida diariamente, la mayoría de los humanos ajustan la energía ingerida a la consumida con gran precisión debido a la existencia de un mecanismo de homeostasis energética que promueve la estabilidad de la cantidad de energía almacenada en forma de grasa.
Dos mecanismos, integrados a nivel hipotalámico, controlan la energía ingerida en cada comida y la almacenada. Una serie de señales de adiposidad que circulan en la sangre de acuerdo a la cantidad de grasa y/o energía almacenada, actúan a nivel hipotalámico reprimiendo el circuito neural anabólico que estimulan la ingesta e inhiben el consumo de energía, mientras que simultáneamente activan el circuito catabólico que inhiben la ingesta e incrementan el consumo. El descenso de las señales de adiposidad incrementan a nivel hipotalámico la vía anabólica e inhiben la catabólica lo que aumenta la ingesta y disminuye el consumo de energía almacenada.
La llegada de alimentos al aparato digestivo genera una serie de señales neurales, metabólicas y hormonales, conocidas como señales de saciedad, que, acopladas con las señales de adiposidad, activan centralmente la percepción de saciedad que interrumpe y regula el tamaño de la comida y modula la cantidad de energía ingerida y acumulada. En este complejo mecanismo juegan un papel relevante una serie de péptidos y neurotransmisores periféricos y centrales que, integrados en vías redundantes y bidireccionales, perciben el hambre o la saciedad.
OBESIDAD
Es una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. La obesidad se presenta con el paso del tiempo, cuando se ingieren más calorías que aquellas que se gastan como energía. El equilibrio entre la ingestión de calorías y las calorías que se pierden es diferente en cada persona. Entre los factores que pueden afectar el peso están: la constitución genética, el exceso de comida, el consumo de alimentos ricos en grasas y la falta de actividad física.
Ser obeso aumenta el riesgo de padecer algunas enfermedades, como la diabetes, las relacionadas con el corazón y las arterias, derrames cerebrales, artritis y ciertos cánceres.
El siguiente vídeo presenta el caso del "hombre más gordo del mundo". En el vídeo se explica qué fue lo que causo, el estilo de vida del hombre, e incluso se menciona la epidemia de obesidad que se está dando en el mundo, y especialmente en México. Este video es una gran herramienta para poder comprender mejor que es tener una vida con obesidad, y las graves consecuencias que puede traer a la salud.
Vivimos en un entorno en el que se puede disponer fácil y continuamente de una infinita variedad de alimentos con alto valor de incentivo positivo. La consecuencia de todo eso es un elevadísimo nivel de consumo, causando así la epidemia de obesidad que existe en el mundo.
"Nunca es tarde para empezar a vivir un estilo de vida sano. ¡Hazlo por ti! Sigue un régimen de ejercicio, no te arrepentirás. ¡No te rindas! Toma agua y toma descansos. Tampoco olvides comer sano. ¡Sé que puedes hacerlo!"
ANOREXIA NERVIOSA
Es un trastorno alimenticio que significa una pérdida de peso provocada por el propio enfermo y lleva a un estado de inanición. La anorexia se caracteriza por el temor a aumentar de peso, y por una percepción distorsionada del propio cuerpo, haciendo que el enfermo se vea gordo aun cuando su peso se encuentre por debajo de lo recomendado. Por esa razón inicia una disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos.
Además, los pacientes con anorexia tienen periódicamente episodios de consumo de alimentos, que habitualmente terminan en purgas mediante altas dosis de laxantes o de vómitos que se provocan a sí mismos.
Las personas que manifiestan ciclos de ayuno, atracones de comida y purgas, sin presentar una pérdida de peso excesiva, se dice que padecen de bulimia nerviosa.
En la población estudiantil norteamericana, es un 2.5% quienes lo padecen, siendo la mayor parte las mujeres. Los datos sugieren que las personas (la mayoría son mujeres) bajo la fuerte presión del énfasis cultural en la delgadez, empiezan a hacer un régimen de dieta, y aquellas que son excesivamente controladas, rígidas y obsesivas vencen la atracción de la comida y llegan a padecer el trastorno.
Fuentes de Consulta
CuidatePlus (2015) Anorexia, CuidatePlus. Disponible en: http://www.cuidateplus.com/enfermedades/psiquiatricas/anorexia.html
MedlinePlus (s.f.) Obesidad, MedlinePlus. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/obesity.html
Organización Mundial de la Salud (2016) Obesidad y sobrepeso, Nota descriptiva No. 311, Organización Mundial de la Salud. Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/es/
Larrad J, A. (2005) BASES FISIOPATOLÓGICAS DE LA REGULACIÓN DEL PESO Y CONTROL DEL APETITO (II). Regulación de la ingesta de alimentos y gasto energético. Obtenido en: http://www.sc.ehu.es/scrwwwsr/kirurgia/20051/Revision2.htm
Pinel, J. (2007). Biopsicología. Madrid, España: Pearson.
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